Para nuestra propia bodega hemos de conseguir una representación de la mayoría de las zonas vinícolas, el número final de botellas variará según nuestras expectativas y inversión, necesitaremos una selección equilibrada entre el número de botellas y variedades de estilo, para encontrar en cada momento el vino adecuado.
Nuestra propuesta de bodega particular se compondrá de 100 botellas.
Distribuidas de la siguiente manera:
- 25 botellas de vinos de guarda, vinos que tengan potenciales de 10 años o más, entre ellos podríamos incluir por ejemplo vinos de Ribera del Duero, Rioja, Priorat. Grandes vinos de reconocido prestigio recomendados por profesionales como Robert Parker
- 15 botellas de vino de media guarda, sobre 5-8 años, Riojas, Ribera, Empordà, Somontano, Toro, Jumilla, La Mancha y vinos de otras zonas
- 15 botellas de cava y vino blanco joven de última cosecha
- 15 botellas de tintos de corta crianza, es decir ligeros, para una guarda de 1 a 3 años, como cariñena, Jumilla, Alicante, Bierzo y vinos de otras zonas
- 10 botellas de tintos jóvenes y frescos, sin crianza, de diferentes zonas vinícolas
- 10 botellas de blanco con crianza, Rueda y Albariño, entre otros
- 5 botellas de vinos de aperitivo y postre, olorosos, amontillados, oportos, …
- 5 botellas de rosado para consumo a corto plazo
Existen vinos que deben comprarse botella a botella, como los finos y manzanillas, que serán de consumo inminente tras su compra.